Con los años, y con la terapia, aprendí que hay por lo menos dos maneras de afrontar esos días, con dignidad o con culpa.
Es difícil superar la culpa, porque es la base de la educación que recibimos, y el motor que aun mantiene viva a una perversa institución que increíblemente aun hoy, dictamina en gran parte del mundo lo que esta bien y lo que esta mal, lo moral y lo inmoral, desde un pomposo titulo auto adjudicado de "Representantes de Dios en la Tierra". Yo me pregunto: que clase de Dios es uno que necesita ser representado por seres inferiores, falibles e imperfectos? (por ser educado). Que clase de Dios es el Dios que necesita infligir el miedo y la culpa para que su rebaño no se disperse, no se rebele, no sea libre?
Habiendo superado la culpa, lo que queda es intentar lograr la dignidad. Un amigo siempre decía: "pase lo que pase, al día siguiente te pegas una ducha, te afeitas y aunque estes pariendo de dolor por dentro... que no se note".
Esos días yo los llamo "Días de Bautismo", son días que te piden ademas de la ducha, ordenar tu casa, limpiarla, revisar las cuentas y hasta pedir perdón por la noche anterior, no desde la culpa, sino desde la sinceridad y la intención de no repetir el error.
Me voy a dormir un par de horas, y a pegarme una ducha,
Que no se note.